La aportación del periodismo al futuro comunicativo de las empresas y los partidos

By febrero 27, 2019diciembre 20th, 2021Opinión

El eterno dilema sobre quién debe ocupar el puesto de Director de Comunicación en una empresa vuelve a estar sobre la palestra. Este año la Asociación de la Prensa de Madrid en su estudio “Informe Anual de la Profesión Periodística 2018” realizó una pregunta muy oportuna: ¿Cree usted que el trabajo que se desarrolla en el departamento de comunicación de una empresa o institución, que busca conseguir una serie de objetivos corporativos o asegurar la misión de una institución, puede considerarse una actividad periodística?

Para la mayoría de los que ejercen como comunicadores -un 74%- la respuesta resulta obviamente afirmativa, mientras que para el 59% de los consultados en el ejercicio de la profesión periodística se observa lo contrario. Es decir, que de los 1.694 profesionales encuestados en este informe, los más convencidos de que se trata de una actividad periodística son los que ya trabajan en comunicación y no tanto quienes siguen en los medios.

La contestación revela la importancia de saber cuáles son las necesidades de un departamento de comunicación. Entre las principales funciones de un dircom, según el informe y citándolas por orden de importancia, se encuentra organizar y enfocar las notas de prensa así como los mensajes de la organización, mantener el contacto y seguimiento con los medios, realizar la promoción estratégica de la empresa en redes sociales, crear las publicaciones web o de papel corporativas, impulsar la imagen corporativa, organizar los eventos, llevar la comunicación interna, discernir entre contenido promocionado y noticia, así como gestionar las agencias de publicidad, comunicación contratadas, entre otras prioridades.

Con esta actividad diaria parece más proclive que alguien que haya tenido un contacto cercano con los periodistas, sepa escribir en papel o web bajo una gran presión de tiempos, haya cubierto información desde distintos formatos (redes sociales, periódico, radio o televisión) sabiendo discriminar lo relevante y lo que no, consiga llevar a buen término de forma más natural las estrategias de comunicación.

Experiencia en medios y comunicación
No se trata, pues, de poseer el título de Licenciado o Graduado en Ciencias de la Información sino de tener experiencia. Y aquí me sumo a los que opinan, entre un 40% y 45%, que si bien este título puede ser recomendable, no resultaría obligatorio para trabajar en un departamento de comunicación.

Y aunque esta realidad suele cumplirse atendiendo a los datos del informe también es verdad que a pesar de ello existen otros vacíos. La gran mayoría de quienes trabajan en comunicación, el 75%, asegura haber desempeñado anteriormente funciones en los medios mientras que algo menos, un 67%, confirma su experiencia en comunicación. Entre estos vacíos podrían citarse el diseño de Planes Estratégicos de Comunicación ligados a objetivos empresariales y económicos o el conocimiento de un determinado sector, un aspecto en el que otras profesiones cuentan con más formación.

A pesar de ello y esta es la buena noticia, cada vez más periodistas son reclamados por las divisiones de comunicación. Los periodistas contratados en comunicación han pasado del 73% al 75% en sólo doce meses, mostrando un fiel reflejo de que cada vez más instituciones, empresas, organismos públicos, agencias de comunicación, ONG´s, etc valoran sus capacidades.

Más directivas en comunicación

Frente a otras profesiones, se observa que la mujer ocupa un lugar predominante, no sólo en posiciones técnicas sino también en la alta dirección. Las directivas en comunicación han aumentado de un ejercicio a otro en siete puntos hasta ostentar el 59% de la cúpula empresarial frente al 41% de los hombres y este ascenso también se da en los mandos intermedios, siendo 67% frente al 33% de puestos masculinos.

Los partidos políticos, las instituciones o las organizaciones no gubernamentales son las que acaparan más profesionales periodista/comunicador (el 29% manifestó trabajar en este segmento) y sólo el 10% lo hace en una agencia de comunicación. Otro 27% confesó trabajar en organismos de la Administración Pública, el 27% en la empresa privada y menos de un 10% en una empresa pública.

Esta mezcla de datos habla, por tanto, del papel destacado de la mujer a la hora de lanzar mensajes, persuadir y convencer, y de nuestra responsabilidad para aprovechar esas capacidades comunicativas y empáticas para generar siempre mayor bienestar a la sociedad y las empresas.

Artículo de opinión de Lola Fernández, Directora de Comunicación de Political Intelligence